HISTORIA |
Fisiólogos Chilenos Reciben Doctorado Honoris Causa en México. |
© José Emilio Salceda, 1998
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Björn Holmgren Nilson nació en Santiago de Chile el
5 de enero de 1922. Hijo de inmigrantes suecos quienes, a raíz de
la Primera Guerra Mundial, se aventuraron a emprender una nueva vida en
el otro extremo del mundo, se convertirá él también,
con el paso de los años, por voluntad propia o forzado por las circunstancias,
en emigrante, en viajero. A los diecisiete años ingresa en la Facultad
de Medicina de la Universidad de Chile. La vida en la universidad resulta
un descubrimiento para él. Comenzaba la Segunda Guerra Mundial.
Se vivía un momento de definiciones. Muy pronto Holmgren se vincula
con las organizaciones estudiantiles de izquierda, a las que permanecerá
ligado hasta el final de su vida de estudiante, y en las que adopta las
ideas políticas que ya jamás abandonará.
Al término de sus estudios decide realizar su tesis en
el campo de la fisiología. Simultáneamente se desempeña
como ayudante en la enseñanza de la materia. En esa experiencia
adquiere el acervo de conocimientos y la habilidad experimental que, poco
más tarde, le valdrán para obtener las becas de la Fundación
Rockefeller y de la Fundación Doctor Guillermo Puelma. Ya como becario,
bajo la dirección de los profesores Francisco Hoffman y Samuel Middleton,
imparte clases, consolida su vocación por la investigación
científica, realiza sus primeras publicaciones, pero sobre todo,
aprende: se comienza a formar como fisiólogo.
En 1952 se traslada a Inglaterra. Es el año en que los
trabajos de Hodgkin y Huxley sientan las bases para la comprensión,
en el nivel molecular, de los mecanismos de la excitabilidad nerviosa.
En la Universidad de Cambridge, labora bajo la tutela de Sir Bryan Matthews.
Meses después publica, solo, su primer artículo en Journal
of Physiology1, y vuelve a viajar, esta vez a Suecia.
En el Instituto Nobel de Neurofisiología, del Instituto
Karolinska, en Estocolmo, trabaja bajo la dirección de los profesores
Ragnar Granit y Curt von Euler. El primero recibiría, años
después, el Premio Nobel de Fisiología y Medicina por sus
aportaciones al conocimiento de la fisiología de la visión.
Con Granit, Holmgren se introduce en el estudio de la fisiología
de la médula espinal abordando un problema neurofisiológico
central: la concepción del receptor neuromuscular como sede de un
mecanismo de control de la actividad muscular a través del sistema
eferente gamma. El producto de este trabajo resultó ser una contribución
fundamental para el entendimiento de la fisiología del control motor:
el concepto de la coactivación de los sistemas eferentes alpha y
gamma se estableció con bases firmes, dilucidándose el papel
regulador del cerebelo sobre la actividad de dichas vías.2, 3 Por
otra parte, los estudios que Holmgren desarrolla con Von Euler en el campo
de la neuroendocrinología proporcionaron sólido apoyo experimental
a la idea de la existencia de factores humorales que controlan la secreción
hipofisiaria a través de mecanismos de retroalimentación.
A su retorno a Chile se reintegra al Instituto de Fisiología
de la Facultad de Medicina, en Santiago; instala un laboratorio que le
permite continuar con su investigación acerca de los efectos de
los núcleos cerebelosos sobre los husos musculares, y se incorpora
a la formación de posgraduados en la especialidad de neurología.
Durante una nueva y breve estadía en Suecia se desempeña
como médico investigador en el Departamento de Fisiología
Naval y Aérea del Instituto Karolinska. Su segunda vuelta a Chile
está marcada por dos encuentros: se relaciona con el fisiólogo
mexicano Raúl Hernández Peón, y conoce a quien, a
partir de entonces, se convertirá en su compañera: Ruth Urbá.
Es también esa la época en que comienza a estudiar el sistema
nervioso de los invertebrados. El resultado de este interés fue
un artículo elegante y provocador en que se sugiere la existencia,
en el nivel neuronal, de un mecanismo inhibitorio que representaría
el substrato fisiológico de un proceso análogo a la habituación
conductual.4
A principios de la década de los sesenta los nombres y
las trayectorias de Björn Holmgren y Ruth Urbá convergen para,
a partir de entonces, iniciar un camino común que se caracterizará
por una acción permanentemente emprendedora, inteligente y llena
de imaginación.
Ruth Urbá Muñoz nació en Santiago. Estudió
química farmacéutica en la Escuela de Ciencias Químicas
y Farmacia de la Universidad de Chile. Siendo muy joven se desempeña
como ayudante en el Instituto de Biología ìJuan Noéî, perteneciente
a la Facultad de Medicina de la misma universidad. Sus intereses científicos
iniciales se desarrollan en torno a la genética de microorganismos.
En 1953 publica sus primeros artículos.5, 6 En 1957 recibe una beca
de la Universidad de Chile y se traslada a Londres donde, bajo la dirección
del profesor Martin R. Pollock, realiza investigación en fisiología
bacteriana. Es la década en que el trabajo de James Watson y Francis
Crick revoluciona a las ciencias biológicas. De manera natural,
Urbá extiende su campo de atención: estudia la estructura
del DNA con el propio Crick y, a su vuelta a Chile, se interesa por los
procesos de inducción enzimática. Testimonios de su labor
en esta época son varios artículos en que aborda problemas
de bioquímica y genética bacterianas.7, 8
En 1961, la pareja se traslada a Cuba. Es el año de la
frustrada invasión a Bahía de Cochinos. En La Habana encuentran
una situación difícil: más de la mitad de los médicos
habían abandonado el país; la planta docente de la Escuela
de Medicina se había reducido de más de doscientos a sólo
quince o dieciséis profesores; la infraestructura necesaria para
la investigación científica era raquítica. Los profesores
Holmgren y Urbá se suman al esfuerzo por establecer la enseñanza
experimental, tanto en bioquímica como en fisiología. Consiguen
poner en funcionamiento un proyecto de enseñanza integrada de las
asignaturas preclínicas en la Escuela de Medicina, afán que
desembocaría finalmente en la creación del Instituto de Ciencias
Básicas ìVictoria de Girónî. Más adelante participan
en la etapa fundacional del Instituto Nacional de Investigaciones Científicas.
Holmgren interviene también en el periodo inicial organizativo de
lo que será el Instituto de la Actividad Nerviosa Superior. Su actividad
científica en esta etapa está representada por varios artículos
que abordan problemas relacionados con el aprendizaje y la conducta. Destacan
particularmente sus estudios sobre el aprendizaje dependiente de drogas.9
Urbá, por su parte, explora la actividad de la ATPasa de sodio-potasio
en la epilepsia experimental.10
En 1967, Björn Holmgren y Ruth Urbá vuelven a su
país, integrándose como investigadores y docentes al Instituto
de Fisiología del Departamento de Ciencias de la Universidad de
Chile en Valparaíso. Ese año había comenzado uno de
los fenómenos contemporáneos que más profundamente
impactó el desarrollo de las universidades chilenas: la Reforma
Universitaria. Iniciado en Valparaíso, este movimiento se extiende
pronto al conjunto de las universidades del país produciendo efectos
institucionales importantes, entre los que se cuentan la rápida
expansión de la matrícula universitaria, la reorganización
de las estructuras y del gobierno de las universidades, la reestructuración
de las funciones docentes, el fomento a la enseñanza y la práctica
de las ciencias, etcétera. Como resultado de este proceso, la hasta
entonces llamada Área de Matemáticas y Ciencias Naturales,
cuyo Director en ese momento era Björn Holmgren, se convierte en Facultad.
El profesor Holmgren es elegido miembro del Consejo Normativo Superior
de la Universidad de Chile en representación de la sede de Valparaíso.
En 1970, Ruth Urbá es elegida Directora del Departamento de Fisiología.
Durante ese periodo, y en buena medida gracias al trabajo organizativo
de Holmgren y Urbá, la investigación básica y aplicada
recibe un gran impulso, se implementa un programa de repatriación
de científicos chilenos radicados en el extranjero y se intenta
atraer a la juventud hacia el quehacer científico. El Departamento
de Fisiología, con la profesora Urbá a la cabeza, se convierte
en centro de una febril actividad académica; profesores de diversos
lugares del mundo son invitados a dictar cursos. Un gran proyecto de desarrollo
científico se ponía en marcha. En 1973, sin embargo, el oscurantismo
y la intolerancia se apoderan de la nación. La intervención
de las universidades tras el golpe militar de septiembre diezma los cuadros
docentes y trunca el desarrollo de las universidades chilenas. Una gran
parte de los académicos de mayor nivel científico abandonan
el país con rumbo al exilio. Entre ellos, Björn Holmgren y
Ruth Urbá.
Expatriados, inician un nuevo periodo en Cuba que está
marcado por un penetrante ejercicio intelectual. En esta etapa los intereses
científicos de la pareja Holmgren-Urbá confluyen. A partir
de entonces conforman un equipo de trabajo que se caracterizará
por una vigorosa colaboración en el hacer experimental. Deciden,
en primera instancia, investigar el desarrollo normal del sistema nervioso
de la rata con miras a identificar indicadores de la maduración
de los distintos sistemas de neurotransmisores. El hallazgo de un patrón
conductual simple, el cabeceo rotatorio de la rata infantil, reorienta
sus investigaciones hacia la exploración del papel de los sistemas
noradrenérgico y dopaminérgico en dicho fenómeno.
Más adelante utilizan esta misma conducta para modelar el síndrome
de abstinencia a la morfina.
Un nuevo hallazgo relacionado con un fenómeno conductual
aparentemente poco significativo, el bostezo, les permite explorar la participación
de las vías colinérgicas centrales en la generación
de tal conducta, 11 y su modulación por monoaminas. Todas estas
aportaciones han contribuido a esclarecer las complejas interacciones que,
entre los distintos sistemas de neurotransmisión, ocurren en el
sistema nervioso.
En 1980, Björn Holmgren y Ruth Urbá llegan a Puebla.
Es el año en que se integra formalmente el grupo de investigación
en fisiología como parte del Departamento de Investigaciones Biomédicas
del Instituto de Ciencias. A finales de 1982 se contaba ya con un pequeño
grupo de trabajo formado, en su mayoría, por jóvenes inexpertos.
La infraestructura era casi inexistente, excepto por los amplios espacios
en una sección del ex Hospital Civil de Puebla. Contando únicamente
con un cronómetro, su capacidad y su entusiasmo, los profesores
Holmgren y Urbá ponen en marcha el primer proyecto de investigación
del centro. Sus antecedentes académicos, su experiencia y su trabajo
fueron factores determinantes en la consolidación del grupo y en
el reconocimiento del mismo por parte de la comunidad académica
del país. Representativo de esta época es el trabajo en que
caracterizaron una mutación espontánea que afecta al sistema
nervioso central de la rata produciendo un severo cuadro neurológico.
Este animal mutante es un interesante modelo para el estudio de las enfermedades
neurodegenerativas.12 Asimismo, reportaron el desarrollo de dos sublíneas
de ratas que difieren en su frecuencia de bostezo.13 Sin descuidar sus
investigaciones, ambos han asumido diversas labores administrativas. Entre
1984 y 1988, la profesora Urbá fungió como coordinadora del
Departamento de Ciencias Fisiológicas. La firmeza de su carácter
y la claridad de sus ideas contribuyeron en gran medida al fortalecimiento
del Departamento. A finales de 1984, el Honorable Consejo Universitario
aprobó la creación de la Maestría en Ciencias Fisiológicas.
Entre 1985 y 1988, el profesor Björn Holmgren se desempeñó
como coordinador de la misma. En ese periodo el Departamento fue sede,
por primera vez, de un curso internacional. En 1994, el Departamento de
Ciencias Fisiológicas se convierte en Instituto de Fisiología.
Durante todo este tiempo, Björn Holmgren y Ruth Urbá
han desarrollado tareas organizativas y docentes de relevancia. Su legado
al conocimiento ha quedado plasmado en un gran número de publicaciones.
Su fe inquebrantable en la capacidad de los jóvenes, su actitud
crítica permanente y su entrega incondicional han contribuido sustancialmente
a la consolidación y crecimiento de un espacio universitario de
desarrollo científico y superación académica. Con
la alta distinción que hoy les otorga nuestra universidad, reconocemos
estas virtudes y agradecemos la generosidad con que nos fueron brindadas
Agradecimientos
Agradezco al doctor Manuel Roncagliolo Pastene la información que amablemente proporcionó para la elaboración de esta semblanza.
Referencias
1. Holmgren, B. (1954), Conduction along the dorsal tracts of the spinal cord. Journal of Physiology (Lond.), 123, 324-337.
2. Eldred, E., Granit, R., Holmgren, B. and Merton, P.A. (1954), Proprioceptive control of muscular contraction an the cerebellum. Journal of Physiology (Lond.), 123, 46-47.
3. Granit, R., Holmgren, B. and Merton, P.A. (1955), The two routes for excitation of muscle and their subservience to the cerebellum. Journal of Physiology (Lond.), 130, 213-224.
4. Holmgren, B. and Frenk, S. (1961), Inhibitory phenomena and ìhabituationî at the neuronal level. Nature, 192:4809, 1294-1295.
5. Urbá, R., Iglesias, M.R., Gasic, G., y Armijo, E. (1953), Crecimiento y sustancias de actividad hormonal. I.- Acción del dietil-estilbestrol y de hormonas esteroidales sobre una cepa de E. coli. Boletín de la Sociedad de Biología de Santiago, 10, 10-14.
6. Urbá, R., Iglesias, M.R., Gasic, G., y Armijo, E. (1953), Crecimiento y sustancias de actividad hormonal. II.- Ensayos preliminares en una cepa de A. niger. Boletín de la Sociedad de Biología de Santiago, 10, 14-17.
7. Urbá, R. (1959), Protein breakdown in Bacillus cereus. Biochemical Journal, 71, 513-518.
8. Urbá-Holmgren, R. and Waisberg, E. (1962), Ribonuclease of B. cereus. Nature, 193, 374.
9. Holmgren, B. (1967), Reflejos condicionados dependientes de drogas. Boletín de Neurofisiología y psicología, 3, 3-13.
10. Harmony, T., Urbá-Holmgren, R. and Urbay, C.M. (1968), Changes in Na+ - K+ - ATPase activity during experimental epilepsy, Brain Research. 11, 672-680.
11. Urbá-Holmgren, R., González, R.M. and Holmgren, B. (1977), Is yawning a cholinergic response? Nature, 267, 261-262.
12. Holmgren, B., Urbá-Holmgren, R., Riboni, L. and Vega-Saenz de Miera, E. (1989), Saprague-Dawley rat mutant with tremor, ataxia, tonic inmobility episodes, epilepsy and paralysis. Laboratory animal science, 39, 226-228.
13. Urbá-Holmgren, R., Trucios,
N., Holmgren, B., Eguibar, J.R., Gabito, A., Cruz, G. and Santos, A. (1990),
Genotypic dependency of spontaneous yawning frequency in the rat. Behavioural
Brain Research, 49, 29-35.